29 de junio de 2015

Hay muy poca virtud en la acción de las masas


"Miles de personas están, en teoría, en contra de la esclavitud y la guerra, pero sin embargo no hacen nada por acabar con ellas; hay quienes (...) se sientan con las manos en los bolsillos, y dicen que no saben qué hacer, y no hacen nada; miles que incluso posponen la cuestión de la libertad a la cuestión del libre mercado y leen en silencio las listas de precios y las noticias del frente de México tras la cena, y hasta se quedan dormidos sobre ellos. ¿Cuál es el valor de un hombre honrado y patriota hoy? Dudan y se lamentan y a veces redactan escritos, pero no hacen nada con convicción y eficacia. Esperan, muy bien dispuestos, a que otros remedien el mal, para poder dejar de lamentarse. Como mucho, depositan un simple voto, y hacen un leve signo de aprobación y una aclamación a la justicia al pasar por su lado. Por cada hombre virtuoso, hay novecientos noventa y nueve que alardean de serlo, y es más fácil tratar con el dueño real de alguna cosa que con los que pretenden tenerla.

Toda votación es un tipo de juego como las damas o el backgammon, con un ligero tinte moral; un jugar con lo justo y lo injusto, con cuestiones morales; y desde luego incluye apuestas. El carácter de los votantes no entra en juego. Quizá deposito el voto que creo más acertado, pero no estoy realmente convencido de que eso deba prevalecer. Estoy dispuesto a dejarlo en manos de la mayoría. Su obligación por tanto, nunca excede el nivel de lo conveniente. Aún votar por lo justo es no hacer nada por ello. Es simplemente expresar bien débilmente ante los demás un deseo de que la justicia debiera prevalecer. El hombre sabio no deja el bien a la merced del azar, ni deseará que prevalezca frente al poder de la mayoría. Hay muy poca virtud en la acción de las masas. Cuando la mayoría finalmente vote por la abolición de la esclavitud, será porque ya es indiferente a ella, o porque queda poca esclavitud para ser abolida con su voto. Entonces ellos mismos serán los únicos esclavos. Sólo acelera con su voto la abolición de la esclavitud quien afirma por medio de él su propia libertad".


Henry David Thoreau (Fragmento de "Desobediencia Civil", 1848).

22 de junio de 2015

Donde el Estado acaba comienza el hombre


El Estado es el más frío de todos los monstruos fríos. Es frío incluso cuando miente; y ésta es la mentira que se desliza de su boca: “Yo, el Estado, soy el pueblo”.
Pero el Estado miente en todas las lenguas del bien y del mal; y diga lo que diga, miente, y posea lo que posea, lo ha robado. Falso es todo en él; con dientes robados muerde, ese mordedor. Falsas son incluso sus entrañas.
Sí, aquí ha sido inventada una muerte para muchos, la cual se precia a sí misma de ser vida: ¡en verdad, un servicio íntimo para todos los predicadores de muerte!
Estado llamo yo al lugar donde todos, buenos y malos, son bebedores de venenos: Estado, al lugar en que todos, buenos y malos se pierden a si mismos: Estado, al lugar donde el lento suicidio de todos se llama “la vida”.
Aún está la tierra a disposición de las almas grandes. Vacíos se encuentran aún muchos lugares para eremitas solitarios o en pareja, en torno a los cuales sopla el perfume de mares silenciosos.
Aún hay una vida libre a disposición de las almas grandes. En verdad, quien menos posee, tanto menos es poseído: ¡alabada sea la pequeña pobreza!
Allí donde el Estado acaba comienza el hombre que no es superfluo: allí comienza la canción de quienes son necesarios, la melodía única e insustituible.

Friedrich Nietzsche (Fragmentos de "Así habló Zaratustra", parte 12, "Del nuevo ídolo", 1883).

15 de junio de 2015

Sentados en medio de las ruinas


"Compartimos nuestra vida emocional con los animales (...). En cuanto a nuestros pensamientos, nuestro aparato intelectual, nuestros racionalismos, nuestra lógica y nuestras deducciones y todo lo demás, puede afirmarse con total certeza que los perros y gatos y monos no pueden enviar un cohete a la luna ni tejer telas sintéticas para vestidos con los subproductos del petróleo, pero desde aquí, sentados en medio de las ruinas de esta variedad de inteligencia, resulta difícil concederle mucho valor. (...).
Hemos estado viviendo con ellos actuando como asesinos y torturadores torpes, ciegos, implacables, crueles, y ellos nos han observado y nos conocen. Y esta es la razón de que nos neguemos a reconocer la inteligencia de los seres que nos rodean. El choque para nuestro amor propio sería excesivo, el juicio que nos veríamos obligados a emitir frente a nosotros mismos, horrible. Es exactamente el mismo proceso que permite a una persona continuar cometiendo indefinidamente un crimen o una crueldad aun a sabiendas de que es imposible enfrentarse a ello, porque detenerse y ver lo que se ha hecho sería penoso.
La gente, empero, necesita esclavos, víctimas y apéndices, y, desde luego, muchos de nuestros "animalitos" no son otra cosa, porque los hemos transformado en lo que consideramos que deben ser, del mismo modo que los hombres pueden transformarse en lo que se espera que sean. No todos, sin embargo, ni mucho menos. Todo el tiempo, a lo largo de la vida, nos acompañan, a dondequiera que vayamos, seres que nos juzgan y que se comportan a veces con una nobleza que es... que llamamos humana".

Doris Lessing (Fragmento de "Memorias de una superviviente", 1974).

8 de junio de 2015

El poder en la Argentina


"Los documentos de Roca en la expedición al desierto siempre hablan de los "salvajes", los "barbaros", "hay que exterminarlos"; o Sarmiento que cuando habla de los indios, siempre dice "los indios piojosos", Sarmiento... Bueno, para no hablar de Mitre, también, del liberalismo positivista. En la Campaña del Desierto se toman todas las tierras pobladas por los Ranqueles, por los Mapuches, por todos los pueblos del sur hasta la Patagonia. Roca, Ministro de Guerra, reparte 42 millones de hectáreas entre todos los estancieros miembros de la Sociedad Rural. Al presidente de la Sociedad Rural, José María Martínez de Hoz, ¡qué apellido!, se le dan 2.500.000 hectáreas. Bisabuelo directo de Martínez de Hoz, que va a ser Ministro de Economía del dictador Videla. Cómo no cambió el poder en la Argentina, no?".

Osvaldo Bayer (En C5N, "Esta noche Libros", 2012).