"Cuando vea que el comercio se hace no por consentimiento de las partes sino por coerción;
cuando advierta que para producir necesito obtener autorización de quienes no producen nada;
cuando compruebe que el dinero fluye hacia quienes no trafican bienes sino favores;
cuando perciba que muchos se hacen ricos por el soborno y por influencias más que por el trabajo y que las leyes no me protegen contra ellos sino, por el contrario, son ellos los que están protegidos contra mí;
cuando repare que la corrupción es recompensada y la honradez se convierte en un autosacrificio, entonces podré afirmar, sin temor a equivocarme que su sociedad está condenada.”
Ayn Rand (Fragmento de la novela “
La rebelión de Atlas”, 1957)