"Era un placer quemar"

La cita es de un viejo libro, probablemente ya conocido por la gran mayoría, del escritor estadounidense Ray Bradbury: Farenheit 451. Pero realmente viene al caso en esta oportunidad, y no solamente para recordar un libro que hablaba sobre las cosas reales que el mundo ofrecía (y continúa ofreciendo), en su afán de evitar que cierta información se propagase, sino también para aclarar y conocer un hecho que acaba de ocurrir hace muy poco tiempo y que vale la pena sacar a la luz y tener presente.

"Fahrenheit 451: temperatura a la que el papel de los libros se enciende y arde..."

Hace algunos días ocurrió algo realmente llamativo con el famoso sitio de internet Amazon, la librería virtual (libros en formato digital) y fabricante de un lector portátil denominado Kindle. El hecho fue el siguiente: se retiró de su catálogo las dos obras mas importantes del escritor indio George Orwell, y casualmente han sido "1984" (una bellísima y acertada "metáfora" de la sociedad de control en la que vivimos, donde nace el concepto de gran hermano) y "Rebelión en la Granja" (título original: Animal Farm. Libro donde se muestra la codicia del poder y el control, hasta en una revolución). El motivo por el cual esto se llevó a cabo, la gente de Amazon lo justifica afirmando que descubrieron no tener el derecho de distribución (justo!, que mala suerte).
Hasta aquí "legalmente", no se puede decir mucho ya que "si así lo dice la ley" ellos tienen con que defenderse (si es justo o no eso, también es discutible), pero lo extraño de todo esto, y lo que nos debería llamar a hacer un gran análisis y un replanteo sobre el control moderno, es lo que hicieron además de quitar los libros de la venta. La gente de Amazon, de un modo bastante discreto, ingresó en las computadoras de la gente que había adquirido cualquiera de los libros en cuestión, y lisa y llanamente, los eliminó. Digamos, borró los libros de las bibliotecas personales de los lectores. (Devolviéndoles el dinero, no crean que se los robaron, claro está). Demostrando, para los que aun les quedaba una ínfima duda, que tanto una empresa como un gobierno pueden tener acceso a cualquier lugar y modificar o borrar la información que ellos deseen, conociendo previamente que hay en cada ordenardor y manejando los datos a su conveniencia. Tal como ocurría (¿ocurría?) con la iglesia en la época de la inquisición. Lo que nos obliga a reflexionar, y bastante.
Ahora, con esta misma tecnología, ¿pueden ver nuestras anotaciones, conversaciones o textos?, porque hoy son temas comerciales o legales (dicen), pero ¿y luego?. ¿Podrá un gobierno espiar lo que leemos o lo que nos interesa?, ¿podrá decidir que tal libro, tal información o tal hecho no existe más, borrándola de la historia?, ¿cuanto faltará para borrar las noticias que no deben ser leídas?, ¿cuanto faltará para alterar los hechos del pasado? Cualquiera que haya tenido el agrado de leer "1984" recordará el doblepensar, el control de información, la policía del pensamiento, el ministerio de la verdad, o noticias o hechos del pasado que deben ser modificados para adaptarse al presente para así justificar o fundamentar lo que ocurre. Y esto no es muy ajeno a la actualidad. Que ironía, ¿no?. Y pensábamos que Farenheit 451 o 1984 eran simplemente bellas novelas.

Les dejo más información sobre el tema aquí abajo, y llamo, como siempre, a actuar en base a lo que consideramos justo y verdadero, más allá de la comodidad o el confort personal. Es el único modo de cambiar las injusticias por justicia, las riquezas por la igualdad y el control por la libertad. "Tu debes ser el cambio que quieres ver en el mundo".
 

Les dejo algunos datos sobre la quema de libros en el pasado. Espero que les sea útil.

Hacia 429 a.C. En la civilizadísima Atenas, la obra del agnóstico Protágoras de Abdera es condenada por impiedad, y una sentencia judicial ordena quemarla. En la actualidad no se conserva ninguna de estas obras, salvo por citas y referencias de segunda mano.

Hacia el año 213 a.C. Tsin Shi Huangti, Primer Emperador de China, decide que la cultura china va a recomenzar entera desde cero. Y ordena quemar todos los libros antiguos. Sólo se salvan los de Medicina y Astrología, por ser conocimientos útiles para la nueva sociedad. El libro chino de Historia más antiguo conocido, es posterior en casi tres cuartos de siglo.

Hacia 168 a.C. El monarca seléucida Antíoco IV, como parte de su persecusión contra los judíos, ordena quemar libros rabínicos (fundamentalmente la Torá).

Hacia 390 d.C. El Emperador romano Teodosio, fanático cristiano y acérrimo perseguidor de paganos, en convenio con el Obispo Teófilo de Alejandría, ordena el asalto de la Biblioteca de Alejandría, quemándose los libros que pudieran contribuir a la perpetuación de la cultura pagana.

640 d.C. El Califa Omar conquista Alejandría. Consultado sobre qué hacer con los libros que quedaban de la celebérrima Biblioteca de Alejandría, dice: "si están en contra del Corán son heréticos, y si están a favor del Corán son superfluos". Los rollos que son herencia cultural de más de un milenio de civilización, son utilizados como combustible para calentar el agua en las calderas de los baños públicos de la ciudad.

1210 d.C. y después. Los católicos ordenan diversas quemas de libros que hacen apología del Catarismo. Y como parece poca diversión ver turros de páginas arriscándose por el fuego, asan a los cátaros mismos también, combo doble por el mismo precio.

1497 d.C. Girolamo Savonarola, fraile dominico y a la sazón amo de facto de Florencia, decide purificar la ciudad quemando todo lo que pueda ser considerado como pecaminoso, incluyendo libros. El incinerador acabará incinerado a su vez, un año después, por emprenderlas contra el Papa.

1553 d.C. Calvino, el rigorista teólogo devenido en déspota de Ginebra, ordena la quema de los libros del católico Miguel Servet, por herejía. Y en sabia prevención de que quizás siguiera escribiendo en el futuro, ordena quemarle a él también.

1563 d.C. El piadoso Obispo de Yucatán, Diego de Landa, ordena quemar todos los códices de la cultura maya, como resabios de la barbarie y el paganismo que no tienen cabida en una civilización cristiana como Dios manda. Pero no sin antes utilizar mucho de este material para escribir su propio libro, la "Relación de las cosas del Yucatán"...

1793 d.C. Durante la Revolución Francesa, el abogado Maximiliano Robespierre considera que el mejor expediente para defender la Razón y los ideales ilustrados, es ordenando la quema de libros que defiendan el Catolicismo, el clericalismo o el Absolutismo. Por alguna razón, no hay réplica en el muy racional debate.

1933 d.C. Una serie de obras literarias, científicas y artísticas son quemadas por el Tercer Reich. Se incluyen las obras del "degenerado" de Sigmund Freud, y muchas obras judías.

1966 d.C. En el seno de la Revolución Cultural ordenada por Mao Tsé Tung en China, se llevan a cabo varias quemas de libros. Se reporta que en la región de Xinjiang, donde existen comunidades musulmanas, se queman los Coranes que se encuentran.


Fuente: http://sigloscuriosos.blogspot.com/2009/04/los-quemalibros.html