Hay ciertas noticias que no salen en los medios de información, y sin
embargo, ocurren día a día. Quizá sea porque no "venden", o porque
incomoda saber cuán mal viven otras personas mientras nos quejamos por
no tener algo de carácter sumamente prescindible. Quizá sea porque
hablar de estos temas llevaría a replantearnos ciertas cosas sobre el
"progreso", la globalización o mismo el sistema en el que vivimos, y,
por consiguiente, buscar una solución. Y probablemente esta solución no
sea conveniente para muchos otros, que controlan el dinero y la economía
mundial. Quizá también, si se diese demasiada información, la gente
empezaría hablar, se haría tema de debate común el hecho de cómo pueden
morir de hambre tantas personas por día mientras unos tienen más de lo
que pueden necesitar, o bien, tantos alimentos guardados que no se
llegan a consumir. Nos haría pensar, al menos, un poco.
Entonces,
quizá sea por eso que estas noticias no salen en ningún medio, quizá sea
por eso que conviene hablar de guerras inventadas, de problemas
políticos o de cómo se viste una actriz de Hollywood. Quizá sea también
que las personas con más poder en el mundo, directamente beneficiados
por la pobreza, son las que controlan los medios de información. Los que
le dicen diariamente a la población mundial qué es lo que pasa a su
alrededor, por qué angustiarse o preocuparse, qué anda bien o qué anda
mal. De este modo, los medios (periódicos, televisión o radio) dicen lo
que quieren decir, y la gente común, que no tiene ningún interés en
sentirse "atacada", recibe lo que quiere recibir.
Porque siempre es más fácil criticar que hacer, creer que pensar u obedecer a levantar la voz.
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