En una palabra, rechazamos toda legislación, toda autoridad y toda influencia privilegiada, patentadas, oficiales y legales, aunque salgan del sufragio universal, convencidos de que no podrán actuar sino en provecho de una minoría dominante y explotadora, contra los intereses de la inmensa mayoría sometida.
Mijaíl Bakunin (Fragmento de la obra "
Dios y el Estado")
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