5 de octubre de 2007

Mil avispas no pueden parar un tren, pero si picar al maquinista

Hola gente amiga, en esta ocasión quería dejarles un cuento que encontré, y me pareció interesante compartir con ustedes. Lo relaciono con el hecho de encontrarse a uno mismo peleando contra algo que aparentemente es indestructible o que la gente misma que te rodea te dice que es en vano y que intentar un cambio es en una perdida de tiempo.

Mas de una vez me han dicho que el mundo es imposible de cambiar, que haga lo que haga nada se puede lograr, ya que el sistema continua su rumbo, el negocio es claro, y una sola persona no hace nada. Me han intentado demostrar que no consumir carnes no servía de nada, ya que millones las comían en el mundo... de que servía salvar un animal si mueren de a miles?. Frases como "vas a vencer al sistema vos solo?" o "es imposible cambiar algo ya", son comunes, sin embargo cada día conozco mas personas que eligen pensar y actuar. Empezar a "pelear" por algo que creen justo y a darse cuenta de que si se quiere, se puede modificar un estilo de vida ya armado. Abrir los ojos/mente para ver que la vida moderna y tecnológica que llevamos el día de hoy solo trae problemas y daños que con el tiempo se tornan irreparables. Es momento de empezar a pensar por nosotros mismos y decidir, dejar de estar controlados por propagandas o miedos inculcados, es momento de re-educarnos. Libertad ante todo.
y aquí les dejo este breve cuentito, que con un poco de imaginación se lo puede trasladar a muchos ámbitos de la vida... para tomar como ejemplo:

En una puesta de sol, un amigo nuestro iba caminado por una desierta playa mexicana. Mientras andaba empezó a ver que, en la distancia, otro hombre se acercaba.
A medida que avanzaba, advirtió que era un nativo y que iba inclinándose para recoger algo que luego arrojaba al agua. Una y otra vez arrojaba con fuerza esas cosas al océano.

Al aproximarse más, nuestro amigo observó que el hombre estaba recogiendo estrellas de mar que la marea había dejado en la playa y que, una por una volvía a arrojar al agua. Intrigado, el paseante se aproximó al hombre para saludarlo:

-Buenas tardes, amigo. Venía preguntándome que es lo que hace.

-Estoy devolviendo estrellas de mar al océano. Ahora la marea está baja y ha dejado sobre la playa todas estas estrellas de mar. Si yo no las devuelvo al mar, se morirán por falta de oxígeno.
-Ya entiendo - replicó mi amigo-, pero sobre esta playa debe de haber miles de estrellas de mar. Son demasiadas, simplemente. Y lo más probable es que esto está sucediendo en centenares de playas a lo largo de esta costa. ¿No se da cuenta de que es imposible que lo que usted puede hacer sea verdaderamente importante?

El nativo sonrió, se inclinó a recoger otra estrella de mar y, mientras volvía a arrojarla al mar, contestó:


-¡Para esta si que es importante.
Fuente: http://www.geocities.com/rainforest/8893/avispa.htm

Antes que nada gracias por leer amigos!.. espero que les haya gustado y si quieren son libres de copiarlos y llevarlo a donde quieran, nada aquí tiene dueño... nos vemos luego.

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