24 de abril de 2015

El mantenimiento de una sociedad


"¿Cuándo no ha sucedido esto, que el sector de una sociedad que saca las mayores ventajas de ella mantenga en su seno, y mientras le sea posible también en los otros, una ilusión de seguridad, permanencia, orden?
Yo diría que esto tiene algo que ver con la conciencia, órgano del que quedan vestigios en la humanidad y que exige todavía algún género de justicia o equidad, que siente que es intolerable (la mayoría de la gente lo siente en algún punto o, por lo menos, de vez en cuando) que algunos individuos prosperen mientras otros sufren hambre o fracasan. Este es el mecanismo más poderoso de todos para, en primer lugar, el mantenimiento de una sociedad y, luego, su destrucción subterránea, su corrupción, su caída... claro que nada de esto es nuevo, y, muy probablemente y dentro de lo que es posible determinar, ha venido sucediendo a lo largo de la historia. ¿Hubo alguna época en nuestra nación en que la clase dirigente no viviera dentro de la campana de vidrio de la respetabilidad o de la riqueza, cerrando los ojos a lo que sucedía fuera de ella? ¿Podía haber una auténtica diferencia cuando esta "clase dirigente" utilizaba términos como justicia, juego limpio, equidad, orden y aun socialismo? Cuando los usaba y aun creía, tal vez, en ellos durante algún tiempo, aunque entretanto todo se venía abajo y, al mismo tiempo, como siempre, los administradores vivían protegidos contra lo peor, intentando lograr que todo se olvidase hablando, deseando, legislando, ya que admitir lo que estaba ocurriendo significaba reconocer su propia inutilidad, reconocer que la seguridad adicional de que gozaban era producto del robo y no de servicios prestados...
En cierto modo, no obstante, todo el mundo representaba un papel en la confabulación de que no estaba ocurriendo nada".

Doris Lessing (Cita de la novela "Memorias de una superviviente", 1974).

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