13 de noviembre de 2015

La burocracia es la patria


Don Angel.
- ¿Y qué importa que no haya pintura? Lo esencial es que haya museo. Que haya oficinas, jefes de sección, directores generales; que haya burocracia. ¡Burocracia! La burocracia es la patria.

Don Tomás.
- Evidentemente. ¿Por qué se alborota usted?

Don Angel.
- Porque no me acostumbro a lo de todos los días. Al contrario. Los demás se hacen a los golpes. Se les encallece el lomo. Después de unos cuantos años de contemplar monstruosidades se familiarizan con ellas, las sonríen y las acompañan. Si una infamia ha durado lo suficiente la llaman ley natural. Con esta educación lo bello les parece monstruoso, lo noble infame, la razón anarquismo. No me acostumbro. ¡Y qué lenguaje! Un militar desea ascender: ¡ah! la patria. Un diputado pretende hacer aprobar la resolución que le enriquece: ¡ah!, la patria. Un caballero ansía un viajecito a Europa : ¡ah!, la patria, la patria lo exige. ¿Qué sería de la patria sin el ascenso del militar, la combinación parlamentaria del diputado y el viajecito del caballero? Y si no se trata de servir a la patria, sino de fabricar la patria, ¡figúrese usted! No habrá sacrificio pequeño.

Rafael Barrett (Fragmento del cuento "La Patria", 1910).

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